Deterioro Cognitivo ¿Leve?

En la entrada inicial con la que estrené este blog, representé la Enfermedad de Alzheimer (EA) como un iceberg. En la entrada de hoy, siguiendo con este símil, voy a explicar qué ocurre cuando el iceberg es pequeño pero visible. Te voy a hablar sobre Deterioro Cognitivo Leve (DCL). El concepto de DCL fue acuñado por Flicker, Berry y Reisberg (1991) pero popularizado en gran medida por Petersen y cols. (1999) a finales de los años noventa. La conceptualización inicial del DCL hace referencia a un estado intermedio y transicional, aunque no siempre, entre el envejecimiento normal y la demencia (véase Fig.1). Lejos de ser categorías bien delimitadas, con puntos claros de inicio y final (Albert et al., 2011), existen momentos de solapamiento y constituyen, en palabras del propio Petersen (Petersen et al., 2014), “zonas grises”. La descripción y caracterización de estas zonas supone todo un reto en la actualidad.     El DCL se ha convertido en un modelo descriptivo para aquellas personas que si bien no cumplen criterios para el diagnóstico de demencia si tienen un alto riesgo futuro. Por tanto, el modelo hace referencia al envejecimiento patológico. Las personas que reciben el diagnóstico de DCL presentan una tasa mayor de conversión a demencia que aquellas personas con un funcionamiento cognitivo típico de su edad (Petersen et al., 1999).   Los últimos criterios diagnósticos para el DCL son los siguientes (Albert et al., 2011): Queja subjetiva respecto a cambios en la cognición del afectado/a respecto a un nivel previo. Alteración objetivada en un dominio cognitivo o en varios. Actividades de la vida diaria preservadas manteniendo su independencia....

¿Cuándo empieza la Enfermedad de Alzheimer? La Enfermedad de Alzheimer como un iceberg.

La Enfermedad de Alzheimer (EA) es el tipo de demencia más frecuente y representa entre el 60-70% del total de los casos (OMS, 2015). Se caracteriza por ser neurodegenerativa, crónica y progresiva. La EA es neurodegenerativa en la medida en que se produce una reducción difusa del volumen cerebral, más allá de lo esperado para la edad de la persona. Esta pérdida neuronal, sostenida en el tiempo, provoca la aparición de síntomas y, habitualmente, las señales de alarma en el familiar del afectado. La EA es crónica en tanto en cuanto los síntomas son persistentes en el tiempo. Más aún, los síntomas además de ser crónicos son progresivos. Es decir, la sintomatología mostrará un agravamiento en función del transcurso del tiempo. Este empeoramiento se unirá a una dependencia cada vez mayor. En un primer momento aparecerán dificultades en las actividades instrumentales de la vida diaria: usar el teléfono, gestionar la medicación, preparar la propia comida, etc.; y posteriormente en actividades básicas de la vida diaria: cuidado personal, actividades domésticas básicas, movilidad esencial, etc. ¿La EA empieza cuando aparecen los síntomas cognitivos? La respuesta es sí y no. Sí, si nos referimos a lo que percibimos. Empieza la fase clínica de la enfermedad, la parte visible. Ahora percibimos que la persona ha declinado en el funcionamiento cognitivo (memoria, lenguaje, razonamiento, orientación, etc.) respecto a su funcionamiento típico. Al preguntar cuándo empezó la persona a mostrar esta sintomatología, la respuesta de los familiares suele ser poco concreta, pero sí que existe, en función del tiempo transcurrido, una percepción de empeoramiento. En realidad la EA ha empezado décadas atrás. Es lo que...

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